PRINCIPIOS

2. Autonomía: principio ético que propugna
la libertad individual que cada uno tiene para determinar sus propias acciones,
de acuerdo con su elección.
Respetar a las personas como
individuos autónomos significa reconocer sus decisiones, tomadas de acuerdo con
sus valores y convicciones personales.
Uno de los problemas en la
aplicación del principio de autonomía en los cuidados de enfermería, es que el
paciente puede presentar diferentes niveles de capacidad de tomar una decisión
autónoma, dependiendo de sus limitaciones internas (aptitud mental, nivel de
conciencia, edad o condición de salud) o externas (ambiente hospitalario,
disponibilidad de recursos existentes, cantidad de información prestada para la
toma de una decisión fundamentada, entre otras).
3. Justicia: una vez determinados los
modos de practicar la beneficencia, el enfermero necesita preocuparse por la
manera de distribuir estos beneficios o recursos entre sus pacientes como la
disposición de su tiempo y atención entre los diversos pacientes de acuerdo a
las necesidades que se presentan. Justicia es el principio de ser equitativo o
justo, o sea, igualdad de trato entre los iguales y trato diferenciado entre
los desiguales, de acuerdo con la necesidad individual. Esto significa que las
personas que tienen necesidades de salud iguales deben recibir igual cantidad y
calidad de servicios y recursos. Y las personas, con necesidades mayores que
otras, deben recibir más servicios que otros de acuerdo con la correspondiente
necesidad. El principio de justicia está íntimamente relacionado a los
principios de fidelidad y veracidad.
4. Fidelidad: principio de crear confianza
entre el profesional y el paciente. Se trata, de hecho, de una obligación o
compromiso de ser fiel en la relación con el paciente, en que el enfermero debe
cumplir promesas y mantener la confiabilidad. La expectativa del paciente es
que los profesionales cumplan las palabras dadas. Solamente en circunstancias
excepcionales, cuando los beneficios de la ruptura de la promesa son mayores
que su manutención, es que se puede quebrarla. La confianza es la base para la
confidencia espontánea, y los hechos revelados en confidencia hacen parte del
secreto profesional del enfermero.
5. Veracidad: principio ético de decir
siempre la verdad, no mentir y ni engañar a los pacientes. En muchas culturas
la veracidad ha sido considerada como base para el establecimiento y
manutención de la confianza entre los individuos. Un ejemplo de variación
cultural sería sobre la cantidad de información a ser prestada en relación al
diagnóstico y tratamiento. Así, puede ser difícil elaborar un formulario para
obtener el consentimiento del paciente, a quien no se le ha comunicado su
diagnóstico. El profesional debe evaluar la importancia que tiene para el
participante conocer su diagnóstico con relación al tratamiento o cuidado
pretendido.
6. Confidencialidad: principio ético de
salvaguardar la información de carácter personal obtenida durante el ejercicio
de su función como enfermero y mantener el carácter de secreto profesional de
esta información, no comunicando a nadie las confidencias personales hechas por
los pacientes.Evidentemente, observaciones técnicas relacionadas con el
diagnóstico o terapéutica deben ser registradas en las fichas clínicas, pues
son de interés de todo el equipo de salud. En caso que el paciente revele,
confidencialmente, una información que sea de interés de algún miembro del
equipo, se debe solicitar autorización al paciente para revelarla al
profesional específico, o solicitar para que él lo haga personalmente.
Excelente! Enfermer@s con Vocación es lo Urgente!!
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